Juvenal Hernández Jaque, nace en Chile el 6 de septiembre de 1899 en las cercanías de la ciudad de Chillán. Hijo de un humilde profesor rural, más tarde, contraería matrimonio con María Dolores Stevens Soto, con quien tendría dos hijos. Realiza sus primeros estudios en el tercer liceo más antiguo del país, el Liceo de Concepción, que posteriormente pasaría a llamarse Liceo Enrique Molina Garmendia, en honor al que sería su primer mentor y maestro.
Finaliza sus estudios de manera brillante, obteniendo el título de bachiller en Humanidades y aprobando distintos cursos de Derecho que se impartían en la ciudad. Más tarde se traslada a Santiago, en donde, gracias a la gratuidad de la instrucción superior de aquellos años, ingresa a la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.
Conjugaba sus estudios con el trabajo de Profesor en la Universidad Popular Valentín Letelier Madariaga, a su vez que hacia de juez de Policía Local en la comuna de Providencia. Finalmente, en 1924, luego de aprobar su tesis “La Expropiación por Causa de Utilidad Pública”, recibe su titulo de Abogado.
En 1931, a la edad de 31 años, asume como Decano de la Escuela de Derecho de la Casa de Bello, puesto que ocuparía durante un año. En 1932 asume como Rector interino tras la renuncia de Pedro Godoy. Un año más tarde, el claustro académico de la Universidad lo designa Rector por cinco años, a la ceremonia asistió Arturo Alessandri Palma, “El León de Tarapacá”, que por entonces era Decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Finalmente terminaría ocupando el puesto de Rector hasta 1953, tras ser reelegido en tres ocasiones.
En sus veinte años como Rector de la casa de estudios, se creó la Ley del Estatuto Orgánico de la Universidad, que permitió traer orden, luego de una interrupción institucional que, causada por convulsiones internas, provocó la dimisión y autoexilio del autoritario Presidente Carlos Ibáñez del Campo, ley que más tarde sentaría las bases para la modernización de la enseñanza superior. Además, se forma la Comisión de Cooperación Intelectual, la Orquesta Sinfónica, se reabrió la Biblioteca Central de la Universidad, nacen las Facultades de Economía, de Arquitectura, de Odontología, de Química y la de Medicina Veterinaria. Se crean los Institutos de Biología, de Fisiología, de Nutrición y de Biología Marina. Igualmente, se construyó el actual edificio de la Facultad de Derecho. En 1948 se forma la Editorial Universitaria (1943) y el Instituto de Extensión Musical, dando lugar al Ballet, al Coro Universitario, al Teatro Experimental de la Universidad y a las Escuelas de Temporada que permitió a la Casa de Estudios, abrirse a América Latina incorporando alumnos del extranjero y transformándola en modelo a seguir.
Se suma a todo esto, su labor en pos del deporte y la vida sana y en su incesante preocupación por el alumnado, que se materializaría en la creación del Bienestar Estudiantil.
Fuera de su trabajo en la Universidad, se desempeñó como Ministro de Defensa en tres ocasiones. Primero para el Pdte. Pedro Aguirre Cerda (1940-1942), luego para el Vicepdte. Jerónimo Méndez Arancibia y por último, para el Pdte. Gabriel González Videla (1947), todos ellos, así como Juvenal Hernández, eran militantes del Partido Radical y miembros de la Logia Masónica.
Fue también, Embajador de Chile en Venezuela durante el gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez (1959-1963). Miembro del Consejo Ejecutivo de la UNESCO. En 1948, asistió y presidio la delegación chilena a la Conferencia Panamericana de Bogotá, donde se aprobaría la Carta de la Organización de Estados Americanos. En 1952, preside la Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales.
El 24 de abril de 1979 fallece, dejando un legado académico invaluable, siendo la educación, el baluarte de su vida, tal como él lo manifestó: “Cada vez que un pueblo, una sociedad o una cultura hacen crisis, todas las miradas se dirigen hacia la educación. Todas nuestras mejores esperanzas las ponemos entonces en la escuela”.
En 1983 nace por Decreto Universitario, la distinción Medalla Rector Juvenal Hernández Jaque, modificada en 2001, en conmemoración de los 50 años de la obtención del cargo de Rector de la Universidad de Chile. Este honor, se le otorga a los ex alumnos que se han destacado a lo largo de su carrera en los distintos ámbitos de su profesión y que son fieles al espíritu e ideal humanista y ético que significó la figura de este hombre del sur, que hizo de la Casa de Bello, a juicio del ex Rector Luis Riveros Cornejo (1998 – 2006), “ Una corporación que fuera un centro cultural, científico y social, creyendo por sobre todas las cosas en la Universidad como una Casa de Estudios nacional, pública y de carácter laico”. En definitiva, un sureño que soñó la educación.
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